21 de septiembre de 2010

@ljuez

Hasta el momento, son contados los casos de dirigentes políticos, nacionales y provinciales que han logrado utilizar correctamente Twitter. La mayoría todavía tiene que entender cómo funciona la política 1.0, porque  sino después pasa lo que pasa: tienen administradores (A) que son un espanto.

Este pareciera ser el caso de Luisito. Ni su página web (que da para todo otro post), ni su fb, ni su twitter, tienen un funcionamiento coherente, efectivo o al menos 'amigable', ni hablar de la coordinación entre estas herramientas.
El amateurismo que domina su equipo de comunicación es alarmante. No tienen idea para que sirve twitter, y  para que no.

Basta ver UN solo twit para constatar que lo administra el pasante peor pago de la historia del capitalismo:
Fuente
Algunas apreciaciones:
- Dice cosas que uno no entiende muy bien a que vienen. 
- La interacción es limitada. (Pocas veces responde). 
- Seguidores 2108 | Seguidos 6. Lo que esta "mal visto" en la comunidad twittera. Es difícil de comprender que un político no tenga ningún interés en seguir a alguien. Se supone que debería querer saber qué están haciendo sus conocidos, colegas, y seguidores.
- El diseño es muy básico (Uno puede dudar que sea el oficial).

Lo que me pregunto en general, respecto al tema "twitter" es: ¿Puede esta herramienta reemplazar lo que un dirigente político no está en condiciones de producir?

No exageremos el impacto de las nuevas tecnologías, es importante estar, pero si un político va a tener presencia en internet, tiene que hacerlo bien, sino, es mejor que no lo haga, puede ser contraproducente.

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